maldita suerte

en aquel tiempo
nosotros los de entonces
éramos esclavos
ahora los de entonces no somos los mismos
las manos de entonces con un latigazo andaban
ahora los de entonces sus manos venden
por poco en un mercado
y es ahora su mente el esclavo de los entonces
que sin látigo ni centavo compra
no por necesidad sino por deseo.

-Yo, libre mercado me llamo:
todos los dias te cuento y te cuento
y no pensarás que voy a quemar las zapatillas que me sobran