MASA CRÍTICA

En Chile existe un prolongado tiempo de procreación de ineptos y corruptos , comenzó con la dictadura y siguió sin cambios con los personajes elegidos por el imperio para reemplazar la imagen de gobierno interno. Estos sustitutos firmaron acuerdos clandestinos para mantener el modelo de dominación y proteger en lo máximo posible a los responsables de atropellos a los derechos humanos a cambio de ocupar un sitial en la administración estatal y otras granjerías que fuera permitiendo el rodaje del nuevo sistema de cosas. 

Para manejar estos dos  básicos paradigmas fue necesario  delinear estrategias de largo plazo que implicaban realizar imperiosas purgas internas entre  los  declarados opositores del régimen extinto, mientras se mantenía un fuerte discurso de lealtad a las nuevas  y mayoritarias fuerzas  que provocaron la rendición pactada del dictador. Es decir, en su lado oscuro mentían y omitían la verdad vergonzosa  de su pacto mientras en la claridad de la  audiencia pública  arengaban al país con virtuosas retóricas de justicia y libertad que se  le había arrebatado a Chile durante 17 años  por la fuerza de los poderosos aliados al poder militar.

En la purga cayeron los militantes sinceros y verdaderos tal cual le pasara  en dictadura   a quienes  fueron torturados,  muertos y desaparecidos.

Estos desaparecidos políticos del régimen de recambio permitió el florecimiento infinito y sin contrapunto de una casta de sinverguenzas, ambiciosos y  oportunistas  que operaron hasta el presente como una cofradía de traficantes que sigue reclutando para este oficio gente que tiene estas desgraciadas condiciones como prontuario moral.